Sobre la forma y naturaleza de las disculpas

“Me disculpo si mis palabras han hecho que se sienta ofendido.”
[Pero no pienso retractarme.]

Es la frase que define a la mayoría de las personas en la actualidad. No sabemos disculparnos. Pero, ¿por qué una disculpa con condición no es realmente una disculpa? La respuesta es simple: porque el ofensor no asume su responsabilidad. El uso de la condición “si” es diametralmente opuesto al «mea culpa» pues hace que el peso de la ofensa recaiga en el ofendido y no en el ofensor. Es necesario hacer una distinción entre hechos y circunstancias para comprender mejor este punto: “ayer llovió y me mojé” es un hecho, mientras que “si ayer hubiera llovido, me hubiera mojado” es una circunstancia, los hechos son reales, las circunstancias son imaginarias. Entonces, pensemos en una situación en la que dos personas discuten y que termina teniendo por resultado que una de ellas debe pedir perdón, la conclusión necesaria es que hay un hecho que obligó a uno de los involucrados a disculparse y el hecho es que la otra persona sufrió un agravio, o sea que la ofensa existe y por ende es inapropiado referirse a ella usando expresiones circunstanciales o condicionales. “Me disculpo por haberlo ofendido” es una alusión muy específica y directa al acto mientras que “me disculpo si se sintió ofendido” es una evasión descarada.

Hay situaciones en las que no procede pedir perdón, son exactamente dos: cuando consideramos que no hemos cometido agravios contra otra persona y cuando aceptamos que ofendimos a alguien, pero simple y sencillamente no deseamos disculparnos. Este último es de especial valor pues representa a personas que son consecuentes en su proceder. A un final, en términos morales es más admirable una persona que expresa su negativa a disculparse, aunque sea por obstinación, que una que lo hace falsamente. Pero el tema es “disculparse” y no “no disculparse”, así que continuemos.

Pedir perdón es en primera instancia reconocer un error, pero sobre todo entender y aceptar que uno debe enmendarlo. Una disculpa no puede quedarse en las palabras, debe ir acompañada de propósitos o de gestos, de acciones que denoten arrepentimiento y buena voluntad. Caso contrario, la disculpa es falsa y sólo los impostores se escudan detrás de la falsedad. Un proceso de ofrecimiento de disculpas se puede dividir en 4 pasos: sentimiento de pesar, aclaración de los hechos, reconocimiento de la responsabilidad y oferta de reparación.

La frase “me disculpo si se ofendió por lo que dije o hice” por sí sola, deja por fuera todos los pasos del proceso, no expresa reconocimiento de ningún tipo, ni de pena, ni de hechos, ni de responsabilidades. Veámoslo en un ejemplo: ¿qué procede si en una familia descubren a un niño comiéndose unas naranjas robadas? Claramente, nadie pensaría que es una buena opción mandar al niño con el dueño o la dueña de las naranjas para que le diga “me disculpo si robarle las naranjas hizo que se sintiera ofendido” y al contrario todos procuraríamos que el niño entienda que hizo un mal, aclare los hechos, asuma su responsabilidad y repare el daño. Es importante tener en cuenta que las reparaciones de daños no son exclusivamente materiales, a veces un compromiso de buena voluntad es suficiente.

En conclusión, si se va a disculpar falsamente, mejor hágase un favor y cállese.

Nietzscheano escribió:“Me disculpo si mis palabras han hecho que se sienta ofendido.”
[Pero no pienso retractarme.]

Es la frase que define a la mayoría de las personas en la actualidad. No sabemos disculparnos. Pero, ¿por qué una disculpa con condición no es realmente una disculpa? La respuesta es simple: porque el ofensor no asume su responsabilidad. El uso de la condición “si” es diametralmente opuesto al «mea culpa» pues hace que el peso de la ofensa recaiga en el ofendido y no en el ofensor. Es necesario hacer una distinción entre hechos y circunstancias para comprender mejor este punto: “ayer llovió y me mojé” es un hecho, mientras que “si ayer hubiera llovido, me hubiera mojado” es una circunstancia, los hechos son reales, las circunstancias son imaginarias. Entonces, pensemos en una situación en la que dos personas discuten y que termina teniendo por resultado que una de ellas debe pedir perdón, la conclusión necesaria es que hay un hecho que obligó a uno de los involucrados a disculparse y el hecho es que la otra persona sufrió un agravio, o sea que la ofensa existe y por ende es inapropiado referirse a ella usando expresiones circunstanciales o condicionales. “Me disculpo por haberlo ofendido” es una alusión muy específica y directa al acto mientras que “me disculpo si se sintió ofendido” es una evasión descarada.

Hay situaciones en las que no procede pedir perdón, son exactamente dos: cuando consideramos que no hemos cometido agravios contra otra persona y cuando aceptamos que ofendimos a alguien, pero simple y sencillamente no deseamos disculparnos. Este último es de especial valor pues representa a personas que son consecuentes en su proceder. A un final, en términos morales es más admirable una persona que expresa su negativa a disculparse, aunque sea por obstinación, que una que lo hace falsamente. Pero el tema es “disculparse” y no “no disculparse”, así que continuemos.

Pedir perdón es en primera instancia reconocer un error, pero sobre todo entender y aceptar que uno debe enmendarlo. Una disculpa no puede quedarse en las palabras, debe ir acompañada de propósitos o de gestos, de acciones que denoten arrepentimiento y buena voluntad. Caso contrario, la disculpa es falsa y sólo los impostores se escudan detrás de la falsedad. Un proceso de ofrecimiento de disculpas se puede dividir en 4 pasos: sentimiento de pesar, aclaración de los hechos, reconocimiento de la responsabilidad y oferta de reparación.

La frase “me disculpo si se ofendió por lo que dije o hice” por sí sola, deja por fuera todos los pasos del proceso, no expresa reconocimiento de ningún tipo, ni de pena, ni de hechos, ni de responsabilidades. Veámoslo en un ejemplo: ¿qué procede si en una familia descubren a un niño comiéndose unas naranjas robadas? Claramente, nadie pensaría que es una buena opción mandar al niño con el dueño o la dueña de las naranjas para que le diga “me disculpo si robarle las naranjas hizo que se sintiera ofendido” y al contrario todos procuraríamos que el niño entienda que hizo un mal, aclare los hechos, asuma su responsabilidad y repare el daño. Es importante tener en cuenta que las reparaciones de daños no son exclusivamente materiales, a veces un compromiso de buena voluntad es suficiente.

En conclusión, si se va a disculpar falsamente, mejor hágase un favor y cállese.

Mi querido Niet, volvió.

En España hemos solucionado ese problema hace tiempo con una expresión de nuevo cuño.



que aplica tanto para hacer hincapié en la evidente culpabilidad del otro o bien para arrastrarlo por el fango.

La tonalidad no es cualquiera. Dependiendo del éfasis que se ponga en uno u otro lugar de la palabra, así es el daño ocasinoado.


No es lo mismo:

Perdona

Perrrdona

que

Perrrdooooonaaaaaaaaaa

Nietzscheano escribió:“Me disculpo si mis palabras han hecho que se sienta ofendido.”
[Pero no pienso retractarme.]

Es la frase que define a la mayoría de las personas en la actualidad. No sabemos disculparnos. Pero, ¿por qué una disculpa con condición no es realmente una disculpa? La respuesta es simple: porque el ofensor no asume su responsabilidad. El uso de la condición “si” es diametralmente opuesto al «mea culpa» pues hace que el peso de la ofensa recaiga en el ofendido y no en el ofensor. Es necesario hacer una distinción entre hechos y circunstancias para comprender mejor este punto: “ayer llovió y me mojé” es un hecho, mientras que “si ayer hubiera llovido, me hubiera mojado” es una circunstancia, los hechos son reales, las circunstancias son imaginarias. Entonces, pensemos en una situación en la que dos personas discuten y que termina teniendo por resultado que una de ellas debe pedir perdón, la conclusión necesaria es que hay un hecho que obligó a uno de los involucrados a disculparse y el hecho es que la otra persona sufrió un agravio, o sea que la ofensa existe y por ende es inapropiado referirse a ella usando expresiones circunstanciales o condicionales. “Me disculpo por haberlo ofendido” es una alusión muy específica y directa al acto mientras que “me disculpo si se sintió ofendido” es una evasión descarada.

Hay situaciones en las que no procede pedir perdón, son exactamente dos: cuando consideramos que no hemos cometido agravios contra otra persona y cuando aceptamos que ofendimos a alguien, pero simple y sencillamente no deseamos disculparnos. Este último es de especial valor pues representa a personas que son consecuentes en su proceder. A un final, en términos morales es más admirable una persona que expresa su negativa a disculparse, aunque sea por obstinación, que una que lo hace falsamente. Pero el tema es “disculparse” y no “no disculparse”, así que continuemos.

Pedir perdón es en primera instancia reconocer un error, pero sobre todo entender y aceptar que uno debe enmendarlo. Una disculpa no puede quedarse en las palabras, debe ir acompañada de propósitos o de gestos, de acciones que denoten arrepentimiento y buena voluntad. Caso contrario, la disculpa es falsa y sólo los impostores se escudan detrás de la falsedad. Un proceso de ofrecimiento de disculpas se puede dividir en 4 pasos: sentimiento de pesar, aclaración de los hechos, reconocimiento de la responsabilidad y oferta de reparación.

La frase “me disculpo si se ofendió por lo que dije o hice” por sí sola, deja por fuera todos los pasos del proceso, no expresa reconocimiento de ningún tipo, ni de pena, ni de hechos, ni de responsabilidades. Veámoslo en un ejemplo: ¿qué procede si en una familia descubren a un niño comiéndose unas naranjas robadas? Claramente, nadie pensaría que es una buena opción mandar al niño con el dueño o la dueña de las naranjas para que le diga “me disculpo si robarle las naranjas hizo que se sintiera ofendido” y al contrario todos procuraríamos que el niño entienda que hizo un mal, aclare los hechos, asuma su responsabilidad y repare el daño. Es importante tener en cuenta que las reparaciones de daños no son exclusivamente materiales, a veces un compromiso de buena voluntad es suficiente.

En conclusión, si se va a disculpar falsamente, mejor hágase un favor y cállese.

Hola Nietz.
Disculpa si no entiendo lo que escribiste...

No siempre se pide "dis-culpa" para descargar una culpa. Es comùn en los modales por educaciòn, tradiciòn, cultura, etc. que se pida disculpa por lo que sucediò, sucede o sucederà, incluyendo lo que pueda alterar la armonìa en otras personas.

He visto a menudo a personas que sienten vergüenza de ser amables, educados, corteses, gentiles, etc. y prefieren usar una màscara de persona ruda que necesita demostrar una falta de educaciòn. Hay culturas o tradiciones que fomentan eso en vez segùn los paìses o estratos sociales, aùn si es fingido o hipòcrita. El tema es que, aunque sea un saludo fingido o una excusa hipòcrita, siempre es agradable y ayuda a la convivencia pacìfica; ¿de qué me vale que no salude porque no quiere fingir? Para mì es un maleducado. Mientras haya armonìa en el ambiente como humanos, todo està bien para mì.

En UK es muy difundida la costumbre de pedir excusa por cualquier cosa con su tradicional "Sorry". En realidad, no se pide perdòn por una culpa sino que se utiliza como gentileza por respeto a la otra persona. Una cosa es pedir perdòn por un "hecho" y otra es pedir excusas por cualquier eventual disturbio que se pueda causar al alterar la tranquilidad o armonìa de la otra persona; es sòlo una formalidad de "respeto"; es decir: yo sé que estàs ahi, te veo, te siento y no quiero provocar ningùn cambio en el andar de tu dìa con mis actitudes, gestos o acciones.

También un "buenos dias" puede ser falso o un "¿Còmo estàs?". Poco importa la respuesta sino el hecho de interesarse de la otra persona. ¿Qué me importa que sea falso tu saludo si me molesta màs que no saludes? Lo importante son las buenas ondas y positividad en el ambiente.

En fin, si se cometiò un error o se hizo algo incorrecto es necesario pedir disculpas si uno està realmente convencido de su responsabilidad y del daño ocasionado, en eso coincido, pero si es sòlo por un problema de convivencia entre humanos no necesariamente una dis-culpa incluye una culpa evidente. Por ejemplo, si comienzo a hablar antes que la otra persona y la interrumpo, pido disculpas porque no sabìa que querìa comenzar a hablar, en ese caso no hay culpa porque no lo sabìa, pero la otra persona se ve agradecida por la aclaraciòn y se sentirà mejor sin entorpecer su armonìa.

En fin. Te pido disculpa si no supe explicar bien lo que me parece.

Un abrazo.

Yo me disculpo si considero ofendí, no me da trabajo, con mi marido discuto esto el casi no se disculpa

La mejor forma de pedir perdón es reparar el daño que se cometió.
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Cuando eso es posible, no hay otra manera de pedir perdón.
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El que repara el daño que hizo a otro no necesita decir nada.
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Y el que en vez de repararlo se disculpa con palabras, es un cínico.
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Me parece correcto utilizar la frase: “Me disculpo si mis palabras han hecho que se sienta ofendido.”

Si discuto (en el sentido de intercambiar opiniones) con alguien que tiene opiniones diferentes a las mías, y si sus opiniones tienen un carácter emotivo (ya sea por cuestiones familiares, afectivas o religiosas), aunque mis dichos no busquen herir sus sentimientos sino exponer lo que considero que es verdad, puedo sentirme culpable de que se haya ofendido o afectado, pero no por eso debo retractarme.
Y podría decir con justa razón “Me disculpo si mis palabras han hecho que se sienta ofendido.”

Si eso significa que no se retracta sino que volvería a decir lo mismo: no está pidiendo disculpas.
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Como dije anteriromente, creo que pedir disculpas no es pedir perdòn.

Invasor escribió:Si eso significa que no se retracta sino que volvería a decir lo mismo: no está pidiendo disculpas.
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Voy a explicarlo con un ejemplo:
Si yo, teniendo certeza, le digo a una persona que su hijo siendo menor se droga, esa persona puede sentirse ofendida porque no me cree o puede entristecerse por enterarse.
Es evidente que culpa mía se siente mal, pero no por eso debo retractarme.
¿Acaso debería decirle "no, era una broma, en realidad no se droga", para que no se sienta mal?
Entonces es totalmente válido decir “Me disculpo si mis palabras han hecho que se sienta ofendido" y sería mi deber volver a hacer lo mismo, ya sea con esa misma persona o con otra.

Eliminé mensaje duplicado por error.

Hola,
espero que @Nietzscheano se disculpe por venir con un tema y desaparecer, pero que sea sincero al pedir perdòn.

Convengamos que el ejemplo en bastante rebuscado, y ni así sirve.
.
Si se entristece es por causa de su hijo, no porque tu lo ofendiste.
El culpable es él que no lo cuidó bien, no tu.
Tu no tienes que disculparte, sino él debería agradecerte por enterarlo del hecho,
.
Y si no te cree, entonces es él que deberá pedirte perdón cuando confirme lo que tu le dijiste.
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Dorogoi escribió:Hola,
espero que @Nietzscheano se disculpe por venir con un tema y desaparecer, pero que sea sincero al pedir perdòn.

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No es la primera vez que lo hace.
Lo mismo le reproché yo hace un tiempo, y pidió disculpas.
Se ve que no fueron sinceras...
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Invasor escribió:Convengamos que el ejemplo en bastante rebuscado, y ni así sirve.
.
Si se entristece es por causa de su hijo, no porque tu lo ofendiste.
El culpable es él que no lo cuidó bien, no tu.
Tu no tienes que disculparte, sino él debería agradecerte por enterarlo del hecho,
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Y si no te cree, entonces es él que deberá pedirte perdón cuando confirme lo que tu le dijiste.
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Bueno, he dado mi opinión fundamentadamente y luego con un ejemplo que no me parece para nada rebuscado, y considero que se ajusta perfectamente al tema en cuestión.

Lupus escribió:

Invasor escribió:Convengamos que el ejemplo en bastante rebuscado, y ni así sirve.
.
Si se entristece es por causa de su hijo, no porque tu lo ofendiste.
El culpable es él que no lo cuidó bien, no tu.
Tu no tienes que disculparte, sino él debería agradecerte por enterarlo del hecho,
.
Y si no te cree, entonces es él que deberá pedirte perdón cuando confirme lo que tu le dijiste.
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Bueno, he dado mi opinión fundamentadamente y luego con un ejemplo que no me parece para nada rebuscado, y considero que se ajusta perfectamente al tema en cuestión.

Te pido disculpas si te sientes ofendido porque yo esté de acuerdo contigo, pero lo estoy.
Una cosa es pedir disculpas o perdón por un daño evidente y otra muy distinta es ser cortés y educado y tratar de no molestar.

Dorogoi escribió:Hola,
espero que @Nietzscheano se disculpe por venir con un tema y desaparecer, pero que sea sincero al pedir perdòn.

Viene, nos ofende a todos y ni media disculpa nos pide.

Pero no sé ¿eh? que lo mismo vuelve y nos pone a todos a leer el Ulises de James Joyce. No recuerdo que haya pedido disculpas por eso.