AYER CUMPLI CIEN AÑOS

AYER CUMPLI 100 AÑOS

Si, ayer mismo, y parece mentira. Eso dicen los viejos de la residencia que aún vea casi bien, y tenga las manos ligeras para teclear. La verdad es que estoy bien, o al menos dentro de lo que se puede esperar, si se tiene las rodillas bien, las piernas ligeras, y las manos y la mente, aun sin síntomas de ruina corporal.

Los viejos, como yo les llamo, por la costumbre que copio de mi amigo Serafín, compañero de dormitorio, argentino, contrabandista, narcotraficante, y amigo de hacer favores, y hoy, como todos, un escombro humano recluido aquí para no estorbar al mundo. Así que nada de llamar a esta tropa chatarrera de tercera edad, como ancianos, jubilados, puretas etc, El nos dice viejos, mi viejo por allí, mi vieja por allá, y como viejos no hemos quedado, que es lo que somos.

Me hicieron una fiesta en el comedor con todas las mesas y sillas puestas juntas, y a mi me eservaron la presidencia de la larga mesa con un sillón que habían sacado del despacho de la directora. La noche anterior, de madrugada, escuche ruido, más de lo normal, como cuando algunos de nosotros se pone enfermo, o se muere, que es lo más habitual y corriente, irse al otro barrio sin despedirse de nadie, ni siquiera del que duerme a tu lado. Cuando me ingreso la familia, hace unos años, y en el tiempo que vino después, me di cuenta de la forma tan rápida que se muere en estos sitios. Pues al poco de estar aquí, ya no quedaban ninguno de los que conocí a mi llegada. Al final te acostumbras, y cuando nos damos las buenas noches antes de acostarnos, en realidad es una despedida por si alguno no amanece vivo. No es de extrañar, pues todos y cada uno arrastramos un montón de enfermedades, y siempre andamos en la cuerda floja de si te da el patatús, o no te da. O sea que cada mañana para nosotros es un regalo que nos hace la Parca que siempre anda cerca, y nunca hace vacaciones.

El ruido era porque me estaban organizando la fiesta. Aunque no es raro que en el dormitorio, largo y estrecho como los barracones de cuando hice la mili, siempre haya discusiones y peleas, unas veces porque mis vecinos de cama se dejan las dentaduras en cualquier sitio, o se equivocan, o no recuerdan de donde las dejan, sus cabezas no dan para  mucho, y por las mañanas no las encuentran y se ponen la primera que pillan, y unos se levantan diciendo que han adelgazado porque las dentadura le esta grande, y otros que no los dientes de plástico no le entran en la boca, y probándoselas unos a otros, por fin se aclara la cosa.

La verdad es que esta buena gente cuando los veo haciendo el tremendo esfuerzo de salir de la cama por las mañanas, algunos necesitan ayuda, me dan lastima, y pienso que si venimos de una generación en donde se imponía la selección natural, y que solo salía adelante como so animales, el más fuerte, después los años, la vida, los excesos te maltratan de tal forma que si, que se llega a viejo y a reviejo, ¿pero cómo?. Por aquí los que más han fumado son los que más tosen y dan el coñazo por las noches, y los que más han bebido son los que antes pierden la chaveta, y el hígado, es una cosa segura.

La fiesta la dejaron para por la tarde. Adornaron el comedor como en una fiesta infantil, con globos de colores, serpentinas, gorros de papel de la Navidad, hasta matasuegra y todo, solo faltaba el parque de bolas que les ponen a los niños para que jueguen...................................................................................................................................SEGUIRA

barakarlofi escribió:AYER CUMPLI 100 AÑOS

Si, ayer mismo, y parece mentira. Eso dicen los viejos de la residencia que aún vea casi bien, y tenga las manos ligeras para teclear. La verdad es que estoy bien, o al menos dentro de lo que se puede esperar, si se tiene las rodillas bien, las piernas ligeras, y las manos y la mente, aun sin síntomas de ruina corporal.

Los viejos, como yo les llamo, por la costumbre que copio de mi amigo Serafín, compañero de dormitorio, argentino, contrabandista, narcotraficante, y amigo de hacer favores, y hoy, como todos, un escombro humano recluido aquí para no estorbar al mundo. Así que nada de llamar a esta tropa chatarrera de tercera edad, como ancianos, jubilados, puretas etc, El nos dice viejos, mi viejo por allí, mi vieja por allá, y como viejos no hemos quedado, que es lo que somos.

Me hicieron una fiesta en el comedor con todas las mesas y sillas puestas juntas, y a mi me eservaron la presidencia de la larga mesa con un sillón que habían sacado del despacho de la directora. La noche anterior, de madrugada, escuche ruido, más de lo normal, como cuando algunos de nosotros se pone enfermo, o se muere, que es lo más habitual y corriente, irse al otro barrio sin despedirse de nadie, ni siquiera del que duerme a tu lado. Cuando me ingreso la familia, hace unos años, y en el tiempo que vino después, me di cuenta de la forma tan rápida que se muere en estos sitios. Pues al poco de estar aquí, ya no quedaban ninguno de los que conocí a mi llegada. Al final te acostumbras, y cuando nos damos las buenas noches antes de acostarnos, en realidad es una despedida por si alguno no amanece vivo. No es de extrañar, pues todos y cada uno arrastramos un montón de enfermedades, y siempre andamos en la cuerda floja de si te da el patatús, o no te da. O sea que cada mañana para nosotros es un regalo que nos hace la Parca que siempre anda cerca, y nunca hace vacaciones.

El ruido era porque me estaban organizando la fiesta. Aunque no es raro que en el dormitorio, largo y estrecho como los barracones de cuando hice la mili, siempre haya discusiones y peleas, unas veces porque mis vecinos de cama se dejan las dentaduras en cualquier sitio, o se equivocan, o no recuerdan de donde las dejan, sus cabezas no dan para  mucho, y por las mañanas no las encuentran y se ponen la primera que pillan, y unos se levantan diciendo que han adelgazado porque las dentadura le esta grande, y otros que no los dientes de plástico no le entran en la boca, y probándoselas unos a otros, por fin se aclara la cosa.

La verdad es que esta buena gente cuando los veo haciendo el tremendo esfuerzo de salir de la cama por las mañanas, algunos necesitan ayuda, me dan lastima, y pienso que si venimos de una generación en donde se imponía la selección natural, y que solo salía adelante como so animales, el más fuerte, después los años, la vida, los excesos te maltratan de tal forma que si, que se llega a viejo y a reviejo, ¿pero cómo?. Por aquí los que más han fumado son los que más tosen y dan el coñazo por las noches, y los que más han bebido son los que antes pierden la chaveta, y el hígado, es una cosa segura.

La fiesta la dejaron para por la tarde. Adornaron el comedor como en una fiesta infantil, con globos de colores, serpentinas, gorros de papel de la Navidad, hasta matasuegra y todo, solo faltaba el parque de bolas que les ponen a los niños para que jueguen...................................................................................................................................SEGUIRA

En primer lugar mis felicitaciones, mi querido centenario. ¿Es verdad eso de que has conseguido cumplir los cien con una lucidez pasmosa?

En cuanto tenga tiempo comento este post que me ha hecho reflexionar y reír sanamente al mismo tiempo,

Habìa leìdo que Barakarlofi tenìa menos de 70. Quizàs me equivoqué o serà verdad que cumple 100.... Esperemos que nos cuente....