Ellas también violan, pero la sociedad calla

http://www.excelsior.com.mx/global/joven-viola-a-su-exnovio-amenazandolo-con-un-machete/1248480

No ha de ser el único caso a pesar de que es el primero del que tengo noticia.

No es necesario explicar porqué el hombre víctima de una violación no denuncia el hecho, salvo el caso excepcional de que tenga pruebas definitivas de la agresión como en el caso del artículo que enlaza Rubmir.

Sin pruebas contundentes del abuso femenino las autoridades no lo tomarán en serio al hombre, y lo único que obtendrá el denunciante es que se burlen de él, (o peor: terminar preso acusado de presentar "falsa denuncia").

Sin embargo muchísimo más frecuente es otro tipo de violación que comete la mujer: no por la fuerza física sino por la fuerza de los hechos.
Mujeres que utilizan su condición de superioridad un hombre que les está subordinado, abusan de su jerarquía para someterlo a sus deseos sexuales; por ejemplo.,

Como el caso de quien tiene que someterse a las exigencias de su jefa para consevar su empleo;
De hecho conozco el de una empleada doméstica que fue testigo ocular del robo de dinero perpetrado por el hijo a sus padres. La mujer amenazó al hijo con denunciarlo si no accedía a sus pretensiones sexuales.
Y el de un joven que accedió a que la madre de su novia le practicara una felación. Cuando la mujer quiso continuar las relacion sexual con el joven, este se negó.
Entonces la mujer le dijo haber filmado la felación y amenazó al joven con exhibir la filmación a su hija y acusarlo de haberla obligado a practicarsela.

Como este tipo de casos ocurren otros similares todos los días.

La fuerza física es un medio para cometer violación pero no es el único ni el más cómodo, por cierto.
Resulta más placentero violar sin que se oponga resistencia de parte de la víctima que lo contrario.
Pero la fuerza física se castiga e invariablemente se castiga al hombre, no a la mujer.

La mujer usa otro tipo de fuerza tanto o más  irresistible que la física; el abuso es el mismo pero más sutil y más discretamente consumado.

La violencia se lleva a cabo sin puños, gritos  ni patadas sino a través de un ardid  planificado;
no es una violación accidental y espontánea como la del hombre que no se contiene a las provocaciones eróticas de la que primero lo excita, y luego se niega; no, es mucho peor: se trata de un abuso sexual   premeditado y previamente maquinado con toda frialdad.