¿De donde salen los fantasmas?

Rocinante escribió:

Lupus escribió:A veces pienso que existe una gran cuota de sarcasmo por parte de algunos foreros.
En este caso quiero creer que José Antonio y Rocinante están siendo muy sarcásticos y que se están burlando de la gente que cree en fantasmas, simulando que ellos también creen.
Pero, como he leído cosas tan fantásticas en este foro, me entra la duda y considero la posibilidad de que me esté equivocando y me pregunto: Será posible que esta gente crea en fantasmas?
Pero luego recapacito y me digo: no, no puede ser, están bromeando.
Pero debo reconocer que por un rato lograron engañarme.

Lupus, por alusiones, no le des más vuelta, yo soy escéptico en esas cuestiones, solo que viví una experiencia y ante la evidencia no se puede negar lo vivido, no le encontré explicación en su día, ni se le encuentro hoy a aquello que me paso ,y por eso lo cuento, y en lo de creer o no creer en fantasmas, ovnis, espíritus, demonios y demás, dejemos que cada uno y cada cual, sea espectador de lo que quiere ver o vivir., no tiene más misterio

Saludos

Rocinante escribió:Ahora que tengo tiempo, voy a contar lo que podríamos llamar una anécdota que nunca he contado a nadie, y por la que no tiene nada que ver mi fantasía de escritor, constatando de que soy incrédulo para estas cosas, sobre todo cuando últimamente se supo que los avistamientos ovnis eran las pruebas militares de los nuevos Drones, de aquellos que hasta pueden bombardear una ciudad.

Asistía en un hospital a las ultimas horas de un familiar cercano que agonizaba, con aquellos estertores con los que antiguamente los enfermos terminales morían Estaba yo a la  tres de la madrugada solo en la habitación, una de las tantas de un corredor solitario, de un desierto y silencioso  hospital. Y en una de las ocasiones en que me levante de la silla de junto a la cama para ir a ver como estaban de presión las bombonas del oxigeno que mantenía  con vida a este familiar, la vi, estaba en medio de la habitación, y esta era una monja, pero de hábitos que para los años setenta en que estábamos, me parecieron muy antiguos, pues su cofia era muy grande, el habito muy amplio y solo se le veía de la cara unos rasgos de mujer blanquecinos y palidos.No sabía como había entrado pues la puerta no se había movido, mientras veía que ella en el centro de la habitación, miraba fijamente al moribundo y cuando me aproxime para preguntale que deseaba, solo dijo estas palabras ," pobrecito cuanto sufre"
Después,salio o desapareció, porque con los años, y sobre esto, he cavilado mucho en llegar a saber nunca el momento exacto en que la monja salio de allí, y sin poder centrarlo ne mi mente, salio de la habitación, pero aún no tengo constancia de como fue, ni en que momento lo hizo, solo sé que de nuevo me encontré en soledad  acompañado de los continuos exteriores del moribundo.

Con el tiempo, e intrigado por este suceso, pegunte por el hospital si alguna vez habían servido allí alguna congregación de monjas, pero no me dieron muchas pistas hasta que acudí a Internet, y si, en ese hospital  habían estado las monjas, pero en los años sesenta, y desaparecieron sin más al principio de estos años, pero no en el pabellón actual de los moribundos, si no en otro antiguo que se remodeló, y aún hoy que han pasado treinta y cinco años, me pregunto quien seria aquella monja y porque nos visito aquella madrugada tan triste.

Saludos

Rocinante escribió:Se cuentan muchas historias de apariciones de fantasmas, de oír voces, etc, muchas son frutos de la mente, o la predisposición a verlas u oírlas por las leyendas urbanas que ayudan a todos eso, sin contar con el poder del cerebro que a veces te hacen ver cosas inexistentes, sin embargo en la historia que nos ocupa, y que cuento a continuación, no se dieron estas características, puesto que el protagonista no conocía de nada al fallecido, sólo de vista, y lo acaecido se dio en un ambiente laboral fuera de todo ambiente de historias paranormales.
En la multinacional en donde trabajaba no había turno de noche, solo que cuando  el trabajo se acumulaba y había que servir a los clientes, en la sección de troquelados, se quedaban uno o dos obreros toda la noche para poder servir el pedido a la mañana siguiente. La empresa era grande, con diferentes pabellones cada cual dedicado a una especialidad. Esta nave, la de las troqueladoras, era la más alejada del recinto, aunque bien iluminada y en ella una serie de máquinas situadas en el centro, así que cuando
se acababa el turno de tarde y se apagaban  todas las maquinas, solo se oía y quedaba en el aire, el renqueante chirriar de una o dos troqueladoras en marcha.

El vigilante de noche lo conocíamos de hacia tiempo, era una persona seria, educada y reacio a bromas y comentarios, y ya hacia tiempo que hacia ese turno con la tranquilidad que le daba el saberse solo y sin nadie que le mandara, así que un lunes empezó su jornada y recorrido por la fabrica, mirando de que todo estuviera en su lugar, las puertas bien cerradas, las luces apagadas etc. y al pasar por esa nave, la única con las luces encendidas, vio al obrero de cada noche trabajando en silencio, y rodeado de trabajo por hacer, paso, lo saludo y siguió su camino, y ya no paso más por ali hasta la mañana siguiente que a la inversa de cuando había empezado su turno, tuvo que poner en marcha las maquinas, encender la calefacción, abrir puertas etc, pero ya no vio al trabajador que pocas horas antes había saludado, no estaba en su puesto de trabajo, así que pensando que se había marchado antes de su hora,  siguió su camino hasta que cuando fue a darle al novedad de la noche al jefe de los encargados, y le dijo que como siempre el trabajador tal había estado trabajando en la nave, la sorpresa del encargado no tuvo limites, y con cara de espanto respondió alterado, ¡¡no puede ser, es imposible!! ¿porque?, le pregunto el vigilante sorprendido, y el entonces, entristecido encargado, le contestó, porque este hombre murió hace dos días que murió, y ayer estuvimos todos a su entierro.
El vigilante desarmado psicológicamente y abatido, no dijo nada y como siempre pasa, dudo entre si lo que había visto había sido un espejismo, fruto de su imaginación, o una realidad que no quiso admitir.

Saludos

Dorogoi escribió:
Entiendo lo que le sucede a Lupus porque para un excéptico puro enterarse de que hay gente adulta que cree en esas cosas es algo conmovedor. Yo ya superé eso con los años, pero siempre sentì una sensaciòn de abatimiento o tristeza al enterarme que existe ese tipo de mentalidad.

Lupus escribió:

Dorogoi escribió:
Entiendo lo que le sucede a Lupus porque para un excéptico puro enterarse de que hay gente adulta que cree en esas cosas es algo conmovedor. Yo ya superé eso con los años, pero siempre sentì una sensaciòn de abatimiento o tristeza al enterarme que existe ese tipo de mentalidad.

Hola Doro,

Lamentablemente yo, en cambio, soy una de esas personas que nunca aprenden.
Cada día leo o escucho algo que me hace creer que a partir de ese momento ya he perdido la capacidad de asombro. Pero al día siguiente otra vez vuelvo asombrarme.

Pero en el asunto del abatimiento y la tristeza me ocurre lo mismo que a vos. A veces se me da por pensar qué distinto sería el mundo si la gente creyera en cosas reales y útiles.

Ya me lo estoy imaginando a Zampi diciendo que los ateos son materialistas y por lo tanto no conocen el amor ... y todas esas chorradas que acostumbra a decir.
Pero esto ya no me causará ningún asombro.
Me asombraría que no lo dijera.

Saludos.

zampabol escribió:

Lupus escribió:

Dorogoi escribió:
Entiendo lo que le sucede a Lupus porque para un excéptico puro enterarse de que hay gente adulta que cree en esas cosas es algo conmovedor. Yo ya superé eso con los años, pero siempre sentì una sensaciòn de abatimiento o tristeza al enterarme que existe ese tipo de mentalidad.

Hola Doro,

Lamentablemente yo, en cambio, soy una de esas personas que nunca aprenden.
Cada día leo o escucho algo que me hace creer que a partir de ese momento ya he perdido la capacidad de asombro. Pero al día siguiente otra vez vuelvo asombrarme.

Pero en el asunto del abatimiento y la tristeza me ocurre lo mismo que a vos. A veces se me da por pensar qué distinto sería el mundo si la gente creyera en cosas reales y útiles.

Ya me lo estoy imaginando a Zampi diciendo que los ateos son materialistas y por lo tanto no conocen el amor ... y todas esas chorradas que acostumbra a decir.
Pero esto ya no me causará ningún asombro.
Me asombraría que no lo dijera.

Saludos.

No, no diré eso pero sí que diré que la arrogancia es una cualidad de aquellos que no han tenido la oportunidad de haber aprendido o de haber tenido las experiencias que sí han tenido otros.
Por eso los ateos son tan arrogantes, porque piensan que todos somos tontos menos ellos....algo así como los adolescentes. Ya lo dijo alguien que no era nada tonto y por eso no era soberbio....

Lupus escribió:

Oh! Lamento no haber encontrado la foto del dicente para acompañar la frase  que transcribo, pero creo que era uno de los reyes de Francia, un tal Louis no se cuanto…
La frase en cuestión era la siguiente:

"Como no voy a ser arrogante si estoy rodeado de imbéciles"

zampabol escribió:

Lupus escribió:

Oh! Lamento no haber encontrado la foto del dicente para acompañar la frase  que transcribo, pero creo que era uno de los reyes de Francia, un tal Louis no se cuanto…
La frase en cuestión era la siguiente:

"Como no voy a ser arrogante si estoy rodeado de imbéciles"

Por esa fase pasaron todos mis hijos en la adolescencia. Decían aquello de: "Papá, tú eres muy antiguo, ¡qué sabrás tú de la vida!" Obvio que ante la inocencia de la arrogancia sólo queda sonreír y tener un cierto sentimiento de condescendencia.....

Intelectito escribió:...qué tal mortales inferiores?

...han visto "los caza fantasmas"? ... la experiencia científica de

"un cambio de presión de energía sicoquinética" ...

...buuuuuuuuu ...je je ...