Extraño en mi pueblo

        EXTRAÑO EN MI PUEBLO

Si, no me lo creía, pero me ocurrió y aún hoy me sorprendo de la situación que se da y se está dando en los barrios de mi ciudad. -en verso-

En mis largas caminatas mañaneras de unos doscientos o trescientos kilómetros, por los que igual me tomo el café en Zaragoza, que Andorra, o Lleida, y a veces hasta en Perpignan, Pasé por este barrio de Barcelona que de tanta inmigración que le ha llegado a el, hasta le han cambiado el nombre. Al pasar de las calles limítrofes de su invisible aduana me vi de pronto inmerso en otro país, más bien entre varios países juntos.

A mi lado pasaban oleadas primeros de chinos, corrillos, grupos que me miraban con sus ojillos y miradas siempre sonrientes, a su alrededor, comercios, bazares, casas, calles, todo convertido en esa raza.
Unas calles más adelante me topé de lleno con la población hindú, y hay me perdí entre turbantes, saris, olores a esencias y especias, y ningún letrero en español, ni en catalán, nada ni un sonido, ni una palabra en nuestro idioma, solo musiquillas orientales que salían de los bazares y comercios.

Quise tomarme un café, pero había llegado a la zona arábiga y nada, porque únicamente había por allí cafetines, turbantes, barbas, carnicerías de carne Hala sacrificada de cara a la meca, locutorios telefónicos y barberías musulmanas.

¿No hay ningún español por aquí? Me preguntaba extrañado, hasta que a lo lejos vi a Juanillo, tenía cara de español y le pregunté, entonces Juanillo que desde entonces es mi mejor amigo, me abrazó y con lágrimas en los ojos, me exclamó como desesperado,

¡Si soy español! Y ando perdido tratando de cobrar un recibo cuyo nombre es tan común aquí porque todos se llaman igual-

Entonces y juntos, nos dirigimos a un cafetín cercano y pedimos dos tés moganles con mucha hoja de menta y un cuarto kilo churros, y entre churro va y viene y una musiquilla dulzona y monótona nos acordamos de España, de Cataluña, que estaba lejana y perdida, de sus cosas, de sus costumbres, y la nostalgia nos hizo llorar a moco tendido, interrumpidos constantemente por los vendedores ambulantes de baratijas, kifi en rama y relojes de plásticos.

Al final decidimos volver a nuestro país, y llegando a la última calle del extranjero, y allí nos despedimos. España nos esperaba, así que con alegría en la mirada cada uno nos fuimos por nuestro lado.

Rocinante en su último viaje a Santa Coloma de Marrakech

¿Ya te dije que me encanta como escribes? 

Regina escribió:¿Ya te dije que me encanta como escribes? 

Me los has dicho muchas veces y siempre te lo agradezco como si fuera la primera vez, y por ti y algunos más que escribo porque sé que lo mío no queda ignorado y perdido.

Feliz domingo hada del foro plural, y que la surte y el amor verdadero te acompañe siempre

Rocinante escribió:

Regina escribió:¿Ya te dije que me encanta como escribes? 

Me los has dicho muchas veces y siempre te lo agradezco como si fuera la primera vez, y por ti y algunos más que escribo porque sé que lo mío no queda ignorado y perdido.

Feliz domingo hada del foro plural,  y que la surte y el amor verdadero te acompañe siempre

Igual pa' ti mi Roci querido, un besote desde esta calorosa y balaceada frontera de México.